domingo, 22 de agosto de 2010

Capítulo 9 -Más allá de las palabras-

El forcejeo en la puerta continuaba, y yo cada vez iba escuchándolo mas débil debido a la lejania a la que ya nos encontrabamos.
Tampoco quería poner resistencia, quizás fuese peor.

El silencio se hizo. Y el miedo también…

De pronto un gran estruendo, acabó con la oscuridad y dio paso a la luz de las farolas situadas en los laterales de la acera.

La moto se abrió camino entre la maleza y entre la multitud de árboles y arbustos situados en la zona.

El nerviosismo de Guille iba aumentando conforme la moto avanzaba, lo notaba por que cada vez aceleraba más, sin conocer el camino hacia donde ir. Mientras, mi situación era un poco angustiosa. Aquel tío desconocido me llevaba cada vez mas adentro, entre el espesor de las nubes y de la oscuridad.

Desconozco el tiempo que estuvimos caminando, pero para mi, se hizo una eternidad.

-Patricia, cariño túmbate aquí, cielo-Demasiados halagos cuya intención desconocía.

Quería atraer a una niña a su lecho. Los halagos eran los caramelos, para conquistar a la pequeña e inocente niña, pero tal desconocido, ignoraba mi pasado, al igual que ignoraba mi fortaleza y mi coraje tallado con las nublosas experiencias, ajenas a mi consentimiento.

Así, hice lo que me pedía. Me tumbé en el suelo, el cual simulaba una cama de pétalos de rosas…

Mientras tanto, Guille continuaba dando paseos sin rumbo por aquel parque, o por aquella pesadilla.

-No, te preocupes belleza, todo será rápido y poco doloroso-Dijo mientras se tumbaba sobre mi.

Rápidamente, vinieron a mi mente los recuerdos con Víctor y actué bajo un acto-reflejo, coloqué ambas manos sobre sus hombros, y empujé con toda la fuerza de la que disponía, y parte de la fuerza que desconocía que existía en mi.

El desconocido, cayó hacia atrás dándose un fuerte golpe contra un piedra, pero esto no disminuyó su ímpetu de “conquistarme”.

-Tú , ¡niña ! ¡No te asustes, no quiero hacerte daño!

Entonces me lancé a la aventura y al peligro de poder ser capturada. Mandé una orden a mis piernas:

-¡Corred! Ahora no es por que venga el profe de EF. , es por salvar mi vida ¡Corred!

Y lo entendieron a la perfección. Claramente mi complexión atlética era menor que la de él, y pronto estaba cerca de mi.

-Piensa Patricia, ¡Piensa idiota!- Y pensé.

Desvié mi camino, en un intento de encontrar a Guille…Y voilà ! Lo encontré a dos minutos del sitio en el que me encontraba. Tristemente no sabia si llegaría al lugar donde estaba Guille aparcado, a pesar de ser una distancia cortísima.

-¡Guille! ¡Arranca , corre!

Guille arrancó lo mas rápido que pudo.

El desconocido, venia aun mas cerca de los dos, una zancada más y seriamos sus presas.

-Toma, ponte el casco Patri ¡Corre!- No había remedio..Guille era un caso aparte.

-¡Estamos apunto de morir! ¡ARRANCA Y CORRE!-Dije chillándole muy nerviosa

Y por fin, me hizo caso. Arrancó la moto e intentamos salir de aquel espantoso lugar.

Para salir nos guiamos por el instinto, por que lo que era luz, habia poca. Estabamos muy alejados de la puerta principal.

Entre tanto nerviosismo, el loco de las rosas rojas, no se daba por vencido y seguia intentando cogernos, aunque ya era inútil

Conseguimos salir de alli. Nos alejamos de la zona, y fuimos a casa de Paula. Recorrimos el camino con el sonido del motor de la moto trucada de MI AMIGO, por que nosotros permanecimos en silencio. Un silencio profundo, un silencio lleno de pensamientos, de locuras innombrables. Un silencio que ocultaba la verdad de la situación. La verdad del miedo.

Llamamos al bloque de Paula.

--¿Está Paula? Somos Guille y Patri

-Si, soy yo , estoy sola. Subid.

Una vez arriba, antes de entrar al piso:

-¿Qué hacéis aquí los dos? ¿Queréis que os haga de Celestina, pillines?-Dijo con una sonrisa pícara, que desapareció de su cara, al ver, que nosotros no cambiábamos nuestras expresiones

-Entrad, anda y contadme que ha pasado.

-Pues verás Paula, esta loca no ha tenido más que hacer que la traiga aquí, para verse con un completo desconocido que le regalaba rosas rojas, cada día…¡Luego dices que no estas loca! -Terminó Guille, chillando

Intenté ver la situación con un punto de vista positivo:

-Al menos estamos vivos Guille-Añadí bajando la mirada.

-¡Estamos!¡ESTAMOS! La loca que se ve con gente rara, eres TÚ. Yo no tengo nada que ver con esto, y me has metido, me has metido y casi no salgo de allí.

-A ver, a ver-Dijo Paula, intentando hacer de barrera física y emocional de ambos- Explicadme todo con pelos y señales.

Y así lo hicimos. Empecé yo, contando el principio que también desconocía Guille, el sms por ejemplo. Y terminó Guille contando la carrera en moto entre la oscuridad.

La cara de Paula, era imposible de describir. Era algo que no sé ve todos los días, aunque claro, esta historia tampoco es muy usual.

-Creo que lo has vuelto a estropear todo Patri, y además con nosotros. Yo mentí por ti, y tú mentiste a Guille. Has hecho desaparecer la confianza que todo el mundo había depositado en ti, tras perderla una vez.

Las palabras de Paula, fue lo mas hiriente de todo lo ocurrido hasta el momento.

-Llévala a casa Guille, dile a sus padres que he tenido que ir a casa de mi tía Maite, para cuidar de mis primos, que le ha surgido un imprevisto, y Patri se tiene que ir a dormir a su casa,¿De acuerdo? Mañana hablaremos con mas calma, y decidiremos algo.



Paula, era una chica muy madura. Estoy segura de que estuvo toda la noche pensando en lo ocurrido, se implica demasiado en los problemas ajenos.

Tras la vuelta a casa, el camino fue aun mucho mas corto, tardamos unos 5minutos, es decir menos de la mitad, de lo que se suele tardar, pero Guille, liberaba así su tensión, con la VELOCIDAD, así que no tenia derecho a decir nada, a pesar de que estaba asustada.



Una vez llegada a casa, me bajé de la moto, me quité el casco y me acerqué para despedirme de Guille:

-Lo siento, de verdad- Fui a darle un beso en la mejilla, pero apartó la cara y salió disparado con la moto.



Le expliqué a mi madre , lo que Paula me había dicho, y no hubo ningún problema.

La noche fue más dura de lo que yo pensaba, más traumática, con mas dolor, con mas lagrimas, y con mas sufrimiento del que creía que iba a brotar en mi…

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