lunes, 3 de enero de 2011

Capítulo 14 : Más allá de las palabras

Al acercarme a aquel chico, muy amablemente se ofreció a ayudarme con las maletas.
Él hablaba, hablaba y hablaba, en francés ,obviamente y yo no entendía nada.
Por un momento dudé de poder fiarme de él, era muy raro todo lo que estaba ocurriendo, era muy rara la decisión que yo había decidido tomar,y si creéis que esto era lo único raro que iba a ocurrir en mi viaje al país de los
Crêps, Por otro lado pensé que ese chico se veía muy amable y simpático, pero mi previsualización de las personas, no tenía un buen curriculum.
*Bueno las cosas no pueden ir peor, de lo que van en mi vida…Lo seguí a paso ligero y firme, mientras él seguía hablando… De vez en cuando le
sonreía. Era lo menos que podía hacer.
Fuimos avanzando hasta llegar a otro tren, que en Francia, por lo que pude ver, se llamaba
TGV .Viajamos durante 80 minutos en el tren, de los cuales 70, los pasé durmiendo al lado de un chico francés muy guapo y desconocido.Al regresar al mundo real, recordé que no había mirado el móvil, y que ya hacía bastante tiempo que no estaba en casa.
17 llamadas perdidas, 5 sms y poca bateria…Esas eran las actualizaciones.
Miré las llamadas perdidas, bajo la atenta mirada de unos grandes ojos marrones a mi lado.
-C'est toi mére ? -Preguntó el chico mientras fruncía el ceño.
-Si, digo Oui, mi mére. Mon mére.
-Ah!! Trés bien !-Y sonrió.
Volví a mirar las llamadas perdidas, de las cuales 10 pertenecían a mi madre o a mi padre, 4 pertenecían a Paula,1 a Minerva , otra a Guille, y la otra última era un número oculto.
Pero…¿Qué?¿Una llamada de Guille?¿Guille estaba bien?¿Se había recuperado?Me encontraba, en un callejón sin salida, en el que tenia sólo dos opciones: O llamaba a alguien y le contaba mi buena o mala decisión o no llamaba, dejándolos a todos a la espera de noticias, pero sin problemas causados por mi.
Y elegí la segunda opción, en ese momento desconocía las consecuencias de mis actos repentinos, pero mi vida estaba repleta de altibajos, de desilusiones, y de falsas esperanzas. No tenía nada que perder.
En cada dejé dos cartas, ¿las habrían leído?
¡Demasiadas preguntas sin respuesta ni presente ni futura!
Durante unos minutos fijé la mirada en la pantalla del móvil:
-Patgicia ¿Tu est bien?- No sabía que contestarle, en realidad no sabía que me estaba diciendo, así que me limité a hacer lo mismo que otras veces. Le sonreí.
Por lo que pude ver, fue una buena opción, por que me contestó con otra sonrisa.
Ese chico me hablaba con mucha confianza, con mucha seguridad. Yo era alguien
El viaje finalizó. Bajamos del tren, yo sin maletas y él, con las mías.
Cogimos un taxi y andamos durante 15 minutos, que ocupé en ver el magnifico paisaje , al que me rendía a sus pies.
En un momento de lucidez, saqué el diccionario de francés-español y español-francés y le pregunté a mi acompañante que miraba por la ventanilla:
-Louis…em…
-Patgicia ! L’
Era el arco del triunf
La historia servia para algo.
Era muy bonito y las luces procedentes de los coches y la oscuridad de la noche francesa le daban una luminosidad digna de admirar.
Llegamos a una calle “Rue Emile Combes”, al lado del arco del triunfo.
Las casas que la conformaban eran blancas y de gran altura. El tejado y los marcos de las ventanas eran grises y las rodeaban un jardín muy bien cuidado
El taxi paró y bajamos de él , sacando las maletas.
-Bien, Patrigcia, vamos- Era la primera vez que lo escuchaba hablar español, aunque su acento era muy afrancesado. La pronunciación de la letra “i” era con la boca muy cerradita y los labios como si quisiera dar un beso. A penas movía los labios para hablar.
El chico abrió la puerta de la casa, y allí estaban ellos…Una gran familia que me acogía sin conocerme con los brazos abiertos…
¿Cómo era posible? No me conocían de nada…¿O quizás si? ¿Era yo la persona que ellos creían que era?
Arc de Triomphe!o,Napoleón Bonaparte decidió construirlo tras ganar en la Batalla de Austerlitz (1805).
estáis muy equivocados…

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