miércoles, 18 de agosto de 2010

Capítulo1 -Más allá de las palabras-

Desde el comienzo de nuestras vidas, estamos guiados por las personas que nos quieren. Nos enseñan a caminar, a hablar, a expresar nuestros sentimientos… Pero después, una vez aprendidas las cosas esenciales, nos dejan volar.
Eso quería hacer yo, volar, tomar mis propias decisiones y equivocarme , si tenia que hacerlo.
Era joven con muchas experiencias que aun desconocía, con mucha gente que conocer, con sonrisas que sacar, con lágrimas que ocultar, con miradas cautivadoras que aun nadie conocía…
Todo el mundo quiere enamorarse en su vida. Conocer a esa persona que te haga sentir especial y única. Que te haga sonreír cuando lo necesitas y que te seque las lágrimas cuando se nieguen a desaparecer.
Demasiado idealizado todo.
Mis sueños, mi vida, mi mundo. Todo desapareció…
Verano de 2005.
Como todos los veranos, viajo junto a mi familia a Málaga. El viaje en coche desde Murcia, se nos hace un poco cansado, pero la recompensa merece la pena.
Tenemos allí una pequeña casa, propiedad de mi abuela, así que mientras estamos allí todos llevamos una vida dentro de la normalidad.
Mis amigas malagueñas, son un gran apoyo para mi. Durante las clases, perdemos un poco el contacto, pero al llegar el verano, todo es como si ese tramo de tiempo no hubiese existido nunca.
Siempre hacemos lo mismo, pero siempre lo pasamos genial.
Del centro comercial al puerto, del puerto a la playa, y de la playa de nuevo al centro.
En una ocasión nos dirigimos ,las tres ,a la playa para dar un paseo ya que el sol, estaba cayendo y el calor era mínima.
Íbamos hacia un banco para descansar y admirar aquella maravillosa puesta de Sol, cuando sin esperarlo oímos una voz que nos llamaba:
-Perdona. Soy Víctor-Se acercó a nosotras, pero mientras hablaba se dirigía a mi
-Hola, soy Patricia
-Lo sé, lo sé. Te he visto por aquí varios años y bueno, pensé que quizás te apetecería ir conmigo al centro o al cine…-Y sonrió
No sé si estaba confusa por sus grandes ojos azules, o por la perfección de su sonrisa. Un chico así, no se encontraba en cualquier sitio. Él continuaba esperando mi respuesta.
-Si, claro.¿Quedamos aquí mañana? ¿A la misma hora?-Contesté rápidamente.
-¡Claro! Nos vemos chicas. Hasta mañana Patricia- Y me dedicó otra perfecta sonrisa.

En esta despedida, no me dediqué a observar la sonrisa que me regalaba tras terminar una frase, si no que me dediqué a mirar cada palmo de su cuerpo.
Era un chico moreno de piel y con el pelo castaño. Sus ojos eran azules y grandes.
Sus brazos y su espalda eran musculosos, así que seguramente iría al gimnasio.
Media alrededor de 1.80. Yo mido 1.60 m y a su lado era un pituFo.
Su edad era sobre 17 o 18 años y bueno sus dientes eran blancos y perfectos, señal de que había llevado ortodoncia.
Después de la aceptación de la cita, me vi sometida a miles de interrogantes por parte de mis amigas:
-¿Lo conoces? ¿Te vas a lanzar? ¿Irás a la cita? ¿Me lo das si no te gusta? ¿Qué te vas a poner? ¿Le has visto el culo? ¿Sabes que es perfecto?

Después de estas preguntas, me digné a pensar lo que había hecho… Había aceptado una cita con un completo desconocido, guapo, pero desconocido.
No sabia sus intenciones sobre mi, y tampoco sus pensamientos… Pero a pesar de ello, llegué a la cita, puntual e impecable.

Allí estaba él, al día siguiente. Llevaba una camiseta turquesa y un pantalón blanco.
Ahora podía ver mejor cada detalle que llevaba, por ejemplo, me dí cuenta de que tenia un piercing en el lóbulo de la oreja. Era un brillante transparente, que hacia acto de presencia solo cuando él sol se reflejaba sobre él.

-Hola, pensé que no vendrías- Se acercó y me dio dos besos.
-Si, casualmente mis amigas han ido al centro y mi madre no me ha dejado ir. Se pone muy pesada con eso de los secuestros y tal..Cosas de madres-Y sonreí tímidamente.
-La entiendo, a mi tampoco me gustaría perder a alguien como tú- Y esquivó las miradas.

(¿Cómo? Aun no me conoce y ya dice que no quiere perderme… Esto no puede acabar bien)

-Bueno vamos ,conozco un sitio perfecto para que hablemos-Dijo Víctor

En fin, miles de cosas que no tenían un final concreto, pero eso me ayudó a conocerlo un poco más.
Tenia 19 años,(si, me había equivocado, tenia 2 años mas de los que yo había dicho) y estudiaba segundo año de administración de empresas, y al parecer con unas calificaciones inmejorables…
Su familia tenia dinero, y por su 18 cumpleaños le habían regalado un descapotable rojo.
-Hemos llegado-Dijo él sentándose en un banco.
-Bien, estaba apunto de derrumbarme, como te habrás dado cuenta, la educación física no es mi fuerte-Dije un poco avergonzada.
-Jajaja, seguro que eres muy fuerte para otras cosas.

La relación de amistad, fue tomando consistencia. Quedábamos todos los días, y las chicas no entendían que ahora tuviese mas amigos, que conociese a gente mas grande, y la amistad que no había roto ni el paso del tiempo, la rompió un chico.
No me importaba. Tenia amigos mayores, con coches, con otro estilo de vida y me gustaba. Me hacia sentir importante.

Un día, estábamos con los amigos de Víctor ahora también míos. Hacíamos botellón, cuando Víctor un poco borracho se acercó y me dijo:
-Venga, Patri, dame un beso, tú lo sabes tan bien como yo. Nos gustamos, ¿Por que ocultarlo?. Ven- Su aliento apestaba a alcohol.
Me cogió del brazo fuertemente. Abrió la puerta del descapotable y me metió con un fuerte golpe en su interior.
Nos dirigíamos a un descapado detrás del pabellón de deportes. La velocidad del coche no hacia, mas que aumentar por momentos, y el aire entraba por las ventanillas abiertas fugazmente.
De pronto, paró el coche de una forma muy brusca.
-Ya hemos llegado princesa.
Sus palabras y su tono de voz, eran totalmente desconocidos para mi.
-Oye, Víctor, en serio, esto no está bien , llévame a mi casa, por favor, mi madre estará preocupada, no me he traído el móvil y tenia que estar en casa hace mas de una hora.-Dije con voz suplicante
-Oye niña, conmigo no se juega ¿sabes? Perdona Patri, perdona, no era mi intención hablarte mal, es que me gustas desde el primer día que te vi., y no puedo evitar, pensar en ti con deseo y pasión..En serio , déjame demostrarte que te quiero de verdad, te puedo hacer muy feliz, tú relájate y piensa en lo mucho que te quiero.
-Pero Víctor, yo no estoy preparada, para hacer esto… entiéndeme
-Yo lo único que entiendo, con esto, es que no me quieres, que estás tratándome como a un muñeco..
-NO, no, de verdad, tú me gustas, te lo prometo…
-Pues entonces, relájate muñeca, tranquila, no te dolerá…-Y esta vez, una sonrisa desconocida apareció en lugar de aquella sonrisa adorable…

1 comentario:

  1. Noeliia eress geniial escriibiiend estoy enganchada a mas alla de las palabrass y esoo ke ami no me gusta mucho leer pero miira tu historiia no se ke tiiene ke me gusta tanto te feliiiciito siigue escriibiiend creoo ke pueds llegar muy lejosss!!
    feliiciidadess
    Att: Yasminaa!!

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